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Plan de Salud Individual

Nosotros entendemos cuán importante es su bienestar y adquirir un plan de seguro de salud individual puede otorgarle la seguridad de que será atendido bajo los más altos estándares en las mejores instalaciones médicas.

 

 

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Plan de Salud Familiar

Encontrar la protección adecuada para su familia es una prioridad. Somos conscientes de la necesidad de un tratamiento de alta calidad  en las mejores instalaciones médicas y estamos aquí con el fin de garantizar el seguro de salud para su familia.

Plan de Viaje
Plan de Viaje

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Plan de Maternidad
Plan de Maternidad

Los planes de maternidad pueden parecer complicados, especialmente con el gran número de opciones disponibles. Comprender los detalles puede aliviar parte de la presión, por lo que le recomendamos familiarizarse con lo que puede hacer con el plan y cómo beneficiará a su nueva familia. 

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Plan Enfermedades Preexistentes

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Plan para la Tercera Edad

Comprar un seguro de salud se vuelve significativamente más difícil a medida que se envejece. Siempre recomendamos tener mucho cuidado al elegir las opciones que desea incluir.

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Evacuación de Emergencia

Existe una serie de países que no cuentan con instalaciones o tratamientos modernos para tratar lesiones graves o emergencias médicas. Los costos de una emergencia médica en un país extranjero pueden acumularse rápidamente y un plan de seguro de salud global es una manera de garantizar la evacuación a un hospital.

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Plan para Profesores

Enseñar en el extranjero es a la vez gratificante y desafiante, al tiempo que la vida en un país diferente implica ajustarse a un nuevo ambiente. Con el fin de resguardar su bienestar en un territorio que usted apenas conoce, le aconsejamos que eche un vistazo a nuestros planes para profesores.

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Cobertura en EUA
Cobertura en EUA

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Todos los Planes Médicos

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Primeros Auxilios

Primeros pasos

Las emergencias y accidentes sí ocurren, y las acciones que usted tome en esos momentos pueden hacer toda la diferencia.

Lo primero que siempre debe hacer es tratar de mantener la calma. Evalúe la situación y asegúrese de que no hay peligro adicional para las personas heridas, para usted o alguien más.

Utilice a los transeúntes para buscar ayuda y, de ser necesario, para conseguir que llamen a los servicios de emergencia local; asegúrese de que ellos saben dónde está usted y que puedan describir tanto lo que ha ocurrido como cualquier lesión que pueda ser identificada en la persona herida sin moverla. 

No mueva a la persona (s) herida hasta que lleguen los servicios médicos o si hay un peligro inmediato.

Los siguientes consejos, por supuesto, no sustituyen el apropiado entrenamiento médico y paramédico; usted siempre debe buscar ayuda profesional. Sin embargo, mientras más sepa de primeros auxilios, mejor podrá conducirse cuando deba enfrentar una emergencia real.

 

Hemorragia

El principio para controlar la pérdida de sangre es restringir su flujo hacia la herida a través de presión y elevación. 

Hemorragia grave

  • Aplique una compresa o vendaje limpio sobre la herida con presión constante y firme, que se debe mantener durante 20 minutos.
  • Si hay un cuerpo extraño en la herida, como vidrio, aplique la presión alrededor.
  • Si está seguro que no hay fractura o dislocación, eleve la parte del cuerpo herida por encima del nivel del corazón y apóyela mientras mantiene la presión. Esto debería disminuir el flujo de sangre hacia esa zona.
  • Si la hemorragia continúa, aplique presión indirecta. Esto se realiza presionando la arteria más cercana entre la herida y el corazón, sobre el punto de presión indirecto (comprimir con la yema de los dedos la arteria contra el hueso subyacente). Los puntos de presión son difíciles y deberían ser utilizados por alguien entrenado en primeros auxilios.
  • Como último recurso se puede utilizar un torniquete para detener una hemorragia en una extremidad que no ha podido ser controlada por otros medios. Sin embargo, su uso envuelve algunos peligros y graves consecuencias por lo que debe ser la última opción y mantenerla el menor tiempo posible.
  • Cubra o vende la herida tan pronto como pueda.
  • Envíe a alguien a buscar asistencia médica. Envuelva cualquier parte cercenada (como un dedo) en una bolsa; si es posible, colóquela en hielo y envíela con la víctima (no coloque la parte amputada en contacto directo con el hielo).

Cortes, rasguños y raspones

Los cortes y raspones con hemorragia leve a moderada suelen dejar de sangrar si se lavan y vendan con firmeza. Podrían ser necesarias inyecciones contra el tétanos.

Hemorragia interna

Una hemorragia interna es aquella en que la sangre se vacía dentro del organismo acumulándose bajo la piel o dentro de alguna cavidad. Siempre debe ser considerada como muy grave y es necesaria su atención médica urgente. Las hemorragias internas pueden mostrar signos visibles o permanecer ocultas. 

Hemorragia con signos visibles

Una hemorragia interna con signos visibles es cuando puede verse el resultado de esa hemorragia, ya que la sangre se vacía al exterior por los orificios naturales del cuerpo. Estas son algunas de sus características:

  • Hemorragia en los pulmones: la víctima tose sangre roja brillante y espumosa.
  • Hemorragia en el estómago: sangre roja u oscura como "café molido" en los vómitos.
  • Hemorragia intestinal: heces de mal olor, flojas y oscuras.
  • Hemorragia anal o vaginal: usualmente sangre roja, mezclada con mucosa.

Recuerde, se hace referencia a una hemorragia interna visible porque los resultados de la hemorragia se pueden ver, pero sigue siendo de gravedad y necesita atención médica inmediata.

Hemorragia oculta

Es más difícil diagnosticar una hemorragia oculta porque, como su nombre lo indica, no se puede ver directamente, pero si se toma en cuenta toda la historia médica del paciente, de su familia o de las personas presentes en la escena del accidente, se puede tener un mejor panorama de qué lesiones podrían estar escondiéndose.

Hay que mirar el mecanismo de la lesión o cómo fue que ocurrió, esto indicará dónde pudo haber sido herido el paciente, por ejemplo, en el pecho, abdomen o pelvis. Busque indicios en el cuerpo del paciente, como contusiones o sensibilidad.

Es importante recordar que algunos signos y síntomas podrían no aparecer hasta mucho después de ocurrido el suceso. Esto es debido a la naturaleza y velocidad de las hemorragias internas, que pueden ser bastante lentas o perfundir.

Seguir las indicaciones señaladas debería darle las claves necesarias sobre si podría estar ante una víctima con hemorragia interna. Aunque no hay técnicas de primeros auxilios para detener una hemorragia interna, mientras llega la ayuda médica o se traslada al hospital se debe mantener a la persona afectada en reposo absoluto y abrigada, controlar la respiración y el pulso cada 5 minutos y no se le puede dar nada de beber.

Generalmente, los signos y síntomas más obvios de una hemorragia interna son: 

  • Piel húmeda y fría.
  • Palidez extrema.
  • Sed.
  • Respiración rápida y superficial.
  • Sensibilidad abdominal, o bien, rigidez o defensa del abdomen.
  • Dolor o malestar.
  • Hematomas.
  • Náuseas o vómitos.

Si tiene dudas o preocupaciones ante una lesión o enfermedad, siempre busque ayuda profesional tan pronto como sea posible.

 

 

Infarto agudo del corazón

Un ataque al corazón o infarto agudo al miocardio ocurre cuando el músculo del corazón tiene un inadecuado suministro de sangre, lo que puede ser originado por la obstrucción total de alguna de las arterias coronarias o sus ramas. Esto puede causar que el músculo sea dañado o muera, o bien, provocar una interferencia con la actividad eléctrica del corazón, haciendo que deje de latir. El momento cuando el corazón deja de latir es conocido como paro cardíaco. El daño o necrosis al músculo cardíaco es un infarto.  

Señales de alerta de un infarto

  • Los síntomas de un ataque al corazón varían, pero el más común es un dolor opresivo y prolongado o un malestar inusual en el centro del pecho, detrás del esternón. El dolor de pecho además puede ser causado por una angina de pecho que también debe ser tratada de urgencia.
  • El dolor puede irradiar hacia los hombros, brazo, cuello o mandíbula. Algunas veces los síntomas pueden calmarse y luego regresar.
  • También puede presentarse sudoración, debilidad, náuseas, labios azulados y dificultad para respirar.
  • El paciente con un infarto puede o no perder el conocimiento.

 

TODOS LOS CASOS DE DOLOR DE PECHO DEBEN SER ATENDIDOS TAN PRONTO COMO SEA POSIBLE.

 

Si aparecen los síntomas, se debe llamar al número de emergencia local y pedir una ambulancia inmediatamente. De no ser posible, el paciente debe ser llevado sin demora al hospital más cercano. Cada minuto es vital en caso de sospechar de un ataque cardíaco. No se debe permitir que la persona afectada conduzca el vehículo hasta el hospital.

 Si la víctima está consciente:

  • Tranquilice a la víctima, apoye su tronco gentilmente sobre almohadas de modo que quede en posición medio sentada y con las rodillas flexionadas.
  • No permita que la víctima se mueva innecesariamente pues esto pone una tensión extra al corazón.
  • Afloje toda ropa ajustada alrededor del cuello, pecho y cintura.
  • Prevenir el shock.
  • Llevar al hospital inmediatamente, de ser posible, manteniendo la posición de tratamiento.

Si el paciente está inconsciente:

  • Llame a su número de emergencia local y diga primero "emergencia cardíaca" o "cardiac emergency".
  • Si se detienen la respiración o los latidos, comience la resucitación o RCP inmediatamente.
  • Lleve al paciente al hospital sin demora, de ser necesario, manteniendo la resucitación durante el camino.
  • Si la víctima se desmaya, pero respira normalmente, colóquela en posición de recuperación con el fin de evitar que algo como sangre, saliva o la lengua puedan bloquear la tráquea.
  • Verifique continuamente la frecuencia del pulso.

 

Reanimación

Lo siguiente no sustituye un curso de RCP o primeros auxilios. Simplemente se trata de una guía con técnicas de resucitación o reanimación cardiopulmonar (RCP). Tan pronto como sea posible, llame a un profesional de la medicina. 

En casos de infarto, ahogamiento, asfixia, descargas eléctricas y sobredosis de drogas, tanto el corazón como el sistema respiratorio pueden detenerse, esto es conocido como paro cardiorrespiratorio.

En muchos casos se puede salvar una vida si la resucitación puede realizarse rápidamente y de manera apropiada. Una minoría de casos de infarto realmente colapsa en un paro cardiorrespiratorio, pero todos deberían reconocer los primeros signos de un infarto y tener un plan de acción en caso de emergencia.

Signos comunes de un paro cardiorrespiratorio:

  • Colapso, pérdida del conocimiento.
  • Ausencia de respiración.
  • No hay pulso.
  • Piel pálida y fría, cianosis (piel de labios y mucosas azuladas).

 

Inconsciencia

La mayoría de las causas de la inconsciencia son ataques o ictus, epilepsias, sobredosis de drogas, lesión en la cabeza, infarto, envenenamiento, diabetes y alcoholemia. Existen varios niveles de inconsciencia. Si la persona responde a los sonidos y al tacto, entonces su estado es solo ligero, como un desmayo. Si el nivel de respuesta es reducido, entonces la pérdida del conocimiento de la persona es más profunda. Si no hay ninguna respuesta ante ningún estímulo, entonces la víctima se encuentra en un estado potencialmente peligroso. Llame a los servicios de emergencia local y pida una ambulancia.

  • Si la respiración y los latidos del corazón se detienen, comience la resucitación inmediatamente.
  • Si la víctima respira normalmente, colóquela en posición de recuperación. Pero si existe la posibilidad de una lesión en la columna no la mueva a menos que la dificultad para respirar lo haga indispensable.
  • Examine a la víctima buscando las causas de la inconsciencia. Existen muchos signos de lesión como sangrado o inflamación.
  • Atienda toda herida o fractura grave.
  • Busque cuidadosamente otros indicios, por ejemplo, pastillas de glucosa podrían indicar que la víctima sufre de diabetes. Muchas personas con diabetes, hemofilia o epilepsia utilizan brazaletes de identificación para este fin.
  • Cubra con una cobija, mantenga a la persona afectada caliente y tranquilícela.
  • Si el traslado al hospital se retrasa, verifique sus niveles de respuesta, pulso y respiración cada 10 minutos y esté preparado para brindar el A-B-C de la resucitación si es necesario.
  • No le dé a la víctima nada de comer o beber.
  • No deje al paciente sin atención.

Si tiene alguna duda o preocupación acerca de una lesión o enfermedad, siempre busque ayuda médica profesional tan pronto como sea posible.

 

Conmoción

El estado de conmoción, ataque o choque puede ocurrir por cualquier afección que reduzca el flujo de sangre (hemorragia, infarto, reacción alérgica grave, infección, etc.), lo que puede ocasionar daños en varios órganos. Al principio, como el cuerpo intenta compensar el colapso inminente, la persona palidece, su piel se torna fría y sudorosa, el pulso se acelera aunque se hace más débil y la respiración se vuelve superficial. A medida que se profundiza el estado de conmoción, la persona afectada comienza a manifestar debilidad, mareos, temblor, vómitos, la piel se pone más pálida y sudorosa y puede quedar inconsciente. 

Ante una situación así, debe llamar de inmediato a una ambulancia. Verifique la respiración y circulación, y comience a brindar respiración artificial o RCP si es necesario. Si la persona está consciente y no presenta una lesión en la columna, cabeza o piernas, levántele los pies unos 30 centímetros por encima de la altura de la cabeza (esto desviará la sangre a los órganos principales). Si la persona vomita, gire su cabeza hacia un lado para que no se ahogue; haga esto sólo después de comprobar que no hay lesión en la cabeza, cuello o columna. Si hay una lesión deberá hacer girar todo el cuerpo como un tronco, manteniendo la cabeza y columna alineadas. Tranquilice al paciente, aflójele la ropa y arrópelo (al bajarle la presión va a sentir frío). No le dé nada de comer o beber y atienda las lesiones causantes del colapso.

 

Respiración artificial

La mejor manera de proporcionar respiración artificial es usando la técnica de boca a boca. Si confirma que la persona no está respirando tras intentar observar, sentir y escuchar su respiración, coloque la mano que tiene cerca de la frente de la persona y gírela de modo que pueda apretar y cerrar la nariz, mientras posa la palma de esa mano en la frente de manera que pueda mantener la cabeza de la víctima en cierto ángulo. Su otra mano debe permanecer bajo el mentón del paciente, levantándolo. Cubra firmemente con su boca la boca de la otra persona, ciérrele la nariz con sus dedos e inmediatamente dele dos insuflaciones boca a boca. Cada una debe durar alrededor de un segundo y hacer que el pecho se levante.

Si la persona sigue sin respirar, verifique la circulación de la persona.

Para hacer esto usted debe sentir el pulso y el mejor lugar para hacer esto es en las arterias carótidas, ambas localizadas en el cuello. Coloque la punta de sus dedos en el centro del cuello, en la Manzana de Adán. Entonces, lentamente arrastre sus dedos hacia abajo hasta que sienta un pequeño hueco en el cuello. Allí es donde encontrará una de las arterias carótidas; puede intentarlo en usted mismo para que reconozca mejor el lugar.

Si encuentra pulso, continúe con la respiración artificial.

Si no encuentra pulso, comience las compresiones de pecho, siguiendo el siguiente esquema: 30 compresiones cardiacas, 2 insuflaciones, repetir.

Existen variaciones entre el procedimiento de Reanimación Cardiopulmonar para adultos, niños y bebés. Lo ideal es realizar un curso de primeros auxilios para aprender a ejecutar correctamente estos procedimientos.

 

Asfixia

La asfixia ocurre cuando las vías respiratorias son parcial o totalmente bloqueadas al tragar un objeto, es decir, cuando algo va por la tráquea en vez de ir por donde debe pasar la comida (por el esófago). El objetivo del tratamiento es despejar el paso bloqueado.

Con frecuencia, el paciente asfixiado agarrará su cuello como un acto instintivo. 

Actuar rápidamente - La velocidad es esencial

Si el paciente está consciente:

  • Pregunte "¿Te estás asfixiando?" Si el paciente puede hablar, toser o respirar no interfiera ya que no está asfixiado.
  • Si el paciente no puede hablar, toser o respirar, debe hacerle compresiones abdominales hacia arriba.
  • Para hacer esto, colóquese detrás de la persona y rodéela con sus brazos alrededor de su cintura. Agárrese un puño con la mano opuesta y coloque el pulgar de su puño a medio camino entre la cintura y la caja torácica. Presione el puño contra el abdomen con 4 compresiones rápidas hacia arriba y hacia adentro.  
  • No utilice las compresiones abdominales cuando se trate de una mujer embarazada o una persona con sobrepeso. En esos casos utilice las compresiones de pecho o de presión sobre el esternón como en la RCP.
  • Para las compresiones de pecho, sitúese detrás del paciente y coloque sus brazos por debajo de las axilas para rodear el cuerpo. Agarre uno de sus puños con la mano opuesta y coloque su pulgar en el medio del esternón. Presione con rápidos golpes hacia atrás.
  • Repita esta secuencia descrita, sea persistente.
  • Envíe por ayuda médica, llame a una ambulancia y continúe el tratamiento hasta que llegue la ayuda.

Si la persona está inconsciente:

  • Disque el número de teléfono del servicio de emergencia local o consiga a alguien que llame a una ambulancia.
  • Coloque a la persona boca arriba sobre una superficie dura.
  • Ábrale la boca y si el objeto que está obstruyendo la vía respiratoria está suelto y a la vista, sáquelo. 
  • Levántele la barbilla y por cinco segundos observe, sienta y escuche si hay respiración.
  • Si la persona ya respira realice los primeros auxilios en caso de inconsciencia.
  • Si la persona no respira, comience con la respiración artificial. Si el objeto ya fue extraído pero la persona no tiene pulso comience con la RCP.
  • Después que el objeto haya sido extraído, mantenga a la persona sin moverse. No intente sacar un objeto que está en la garganta pues podría hacer que se introduzca aún más en las vías respiratorias. No comience las compresiones cardiacas hasta que el objeto no haya sido removido.
  • Continúe el tratamiento hasta que llegue la ayuda.

Niños (como los adultos)

Si es un niño (de 1 a 8 años) el que se está asfixiando, proceda igual que con un adulto, dependiendo de si el paciente está consciente o inconsciente.

Infante (hasta de un año)

Si es un infante el que se está asfixiando, voltéelo boca abajo aguantando su cuerpo a lo largo del brazo con la mano sujetando la cabeza y el cuello.

  • Asegúrese que las vías respiratorias están abiertas.
  • Realice cinco palmadas en la espalda entre los hombros, luego voltéelo y dele cinco compresiones torácicas.
  • Retire el objeto extraño si está visible.
  • No realice barridos a ciegas con sus dedos en lactantes o niños. Si cuando la obstrucción es retirada el infante todavía no respira ni tiene pulso, comience la RCP.
  • Llame por ayuda inmediatamente.

 

Fracturas

Una fractura es un hueso roto o una discontinuidad en su estructura. Puede ser diagnosticada al sentir u oír la fractura, por dolor, dificultad de movimiento, sensibilidad, inflamación, moretones, deformidad o síntomas de shock. 

La clave del tratamiento de primeros auxilios es evitar el movimiento.

  • La dificultad para respirar, hemorragia grave o la pérdida del conocimiento deben atenderse antes que los huesos rotos.
  • De ser posible, tratar todas las fracturas en la posición encontrada. Si el traslado al hospital es inminente, apoye gentilmente la parte lesionada sobre la mano, colocando al paciente en una posición cómoda sobre mantas enrolladas.
  • Si el transporte se retrasa, debe inmovilizar la parte lesionada fijándola a una parte sana con almohadillas y vendajes, los brazos al cuerpo, la pierna a la otra pierna.
  • Aplique los primeros auxilios para el shock.

 

Envenenamiento

Un veneno es toda sustancia que pueda causar daño en el organismo si es tomado. Los venenos pueden ser ingeridos, inhalados, inyectados o absorbidos por la piel.

El objetivo del tratamiento es conseguir vías respiratorias abiertas y llevar ayuda médica a la víctima tan pronto como sea posible, mientras minimiza el peligro para usted mismo.

  • PARA VENENOS INGERIDOS: no intente inducir el vómito, ya que esto podría dañar más a la víctima.
  • PARA VENENOS INHALADOS: aleje a la víctima del peligro y llévela hacia un lugar con aire fresco.
  • PARA VENENOS ABSORBIDOS: lave desde lejos cualquier residuo químico en la piel. 
  • Si la respiración o los latidos del corazón se detienen, comience la reanimación de inmediato.
  • TENGA CUIDADO DE NO contaminarse usted mismo con el veneno que pueda haber alrededor de la boca de la víctima. En este caso puede cerrar la boca de la persona afectada y aplicar la técnica de respiración artificial de boca a nariz. 
  • Si la víctima está inconsciente pero respirando normalmente, colóquela en posición de recuperación.
  • Si la víctima está consciente, pregunte rápidamente qué ha pasado, recordando que podría perder el conocimiento en cualquier momento.
  • Si la víctima está consciente y los labios o boca muestran signos de quemadura, refrésquelos dándole de beber sorbos de leche o agua.
  • Envíe al paciente al hospital de inmediato.
  • Recuerde enviar al hospital con el paciente toda muestra de vómito, envases o botellas de pastillas encontradas cerca de la víctima. 

 

Accidente cerebrovascular (ACV)

Un accidente cerebrovascular (ACV), apoplejía o derrame cerebral es una forma de enfermedad cardiovascular que afecta las arterias que van y vienen al cerebro. Un ACV ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia el cerebro es interrumpido. Esto puede ocurrir cuando un vaso sanguíneo se rompe o un coágulo bloquea las arterias. Como consecuencia, el cerebro no recibe la sangre que necesita y las células cerebrales comienzan a morir, lo que puede conducir a daño cerebral. Las habilidades controladas por el área del cerebro dañada  pueden perderse. Generalmente, esas habilidades incluyen la memoria, el habla y el movimiento.

Los tres tipos de ACV más comunes son:

  • ACV isquémico es causado cuando ocurre una obstrucción en un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro.
  • ACV hemorrágico ocurre como resultado de la ruptura de un vaso y hay sangrado en el cerebro circundante.
  • Ataque isquémico transitorio se produce cuando una obstrucción se presenta por poco tiempo pero se resuelve de forma natural.

Síntomas de un ACV

Los síntomas varían según la parte del cerebro que resulte dañada, en algunos casos la persona ni siquiera reconoce que ha tenido un accidente cerebrovascular.

Entre los síntomas clásicos que deben servir de alerta están: debilidad en los miembros, generalmente es súbita y unilateral; asimetría o parálisis facial, también suele ser unilateral; alteraciones del habla y el discurso, las más comunes son afasia (incapacidad de nombrar objetos) y disartria (dificultad motora para articular palabras); desorientación y confusión mental; alteración del caminar; convulsiones (que pueden ser además una consecuencia del ACV); coma; ceguera repentina; dificultad para tragar; mareos y dolor de cabeza repentino e intenso, especialmente si se trata de un ACV hemorrágico. 

Prevención de un ACV

Usted puede reducir el riesgo de sufrir un ACV a través de una serie de cambios en su estilo de vida. Si toma alcohol, debería hacerlo con moderación. Fumar incrementa el riesgo, así que deje de fumar inmediatamente para reducir esa posibilidad. La presión arterial alta es la principal causa de los derrames cerebrales, así que chequee su presión arterial con regularidad. Procure ejercitarse diariamente y mantenga una dieta balanceada, con particular énfasis en la reducción del contenido de sal y grasa en sus comidas. 

Tratamiento de los ACV

En el caso de un ACV hemorrágico el tratamiento quirúrgico consiste en, o bien, remover las malformaciones arteriovenosas cerebrales (anomalías congénitas) o colocar un clip metálico en la base del aneurisma (clipado). Alternativamente se puede insertar, a través de una arteria principal de un brazo o una pierna, un material embolizante para prevenir el sangrado y la ruptura de aneurismas o de malformaciones arteriovenosas. Este procedimiento es llamado tratamiento o procedimiento endovascular de embolia y si se utilizan espirales se denomina embolización con espirales.  

Por otro lado, generalmente el tratamiento más efectivo para un ACV isquémico es la administración de fármacos para disolver coágulos, o terapia trombolítica. Estos medicamentos son efectivos solo dentro de las tres primeras horas del ACV. Desafortunadamente, solo una pequeña proporción de quienes sufren un ACV llegan con suficiente tiempo al hospital como para recibir este tratamiento. De manera alternativa, se pueden implantar balones, stent y espirales de angioplastia cerebral, una técnica usada con frecuencia por los médicos para reducir la acumulación de grasa que está obstruyendo el vaso. Otro procedimiento es la remoción quirúrgica de la acumulación de grasa, o placa aterosclerótica, que bloquea los vasos sanguíneos de la arteria carótida. Este procedimiento es llamado endarterectomía carotídea y también puede utilizarse para prevenir un ACV en personas con aterosclerosis.

La rehabilitación es esencial para la recuperación del paciente y comienza en el hospital tan pronto como sea posible, después del ACV. El objetivo de la rehabilitación es prevenir algún ACV futuro y ayudar al individuo afectado a disminuir su dependencia de terceras personas encargadas de su cuidado. El paciente deberá aprender de nuevo herramientas como comer, caminar y hablar. La velocidad de rehabilitación depende de la actitud del paciente y del apoyo que reciba de los encargados de su rehabilitación, así como de familiares y amigos. En algunos casos, en pocas semanas o meses la persona ya ha mejorado sus capacidades para hablar, pensar y moverse.